La puntualidad es la capacidad de estar a tiempo para cumplir con las obligaciones: una cita de trabajo, una reunión con amigos, un compromiso de la oficina, un proyecto por entregar, etc. Esta cualidad es necesaria para potenciar el orden y la eficacia, desempeñar mejor nuestro trabajo y ser merecedores de confianza.
La falta de puntualidad habla por sí misma: escasa o nula organización del tiempo y poca planeación. Nuestra palabra debe ser sinónimo de garantía para estar en el momento preciso y necesario. La impuntualidad refleja el poco respeto que sentimos por las personas, su tiempo y actividades. Para el impuntual, los pretextos y justificaciones están agotados, nadie cree en su palabra.
Si tienes este mal hábito y quieres cambiarlo, ten en cuenta estas sugerencias:
- Examínate y descubre la causa de este comportamiento: pereza, desorden, irresponsabilidad, olvido, falta de interés, distracciones, etc., y establece un medio adecuado para solucionarlo, recordando que se necesita verdadera voluntad para conseguirlo: reduce las distracciones, levántate más temprano, concéntrate en la actividad que estas realizando para aprovechar mejor el tiempo, etc.
- Elabora por escrito tu horario y plan de actividades del día siguiente; si tienes muchas cosas que atender, hazlo para los siguientes siete días, así podrás calcular tus posibilidades de cumplir con todo.
- Implementa un sistema de alarmas que te ayuden a tener noción del tiempo, programa tu reloj, crea un recordatorio en el celular o computador, pídele a otra persona que te recuerde la hora, utiliza notas que tengas a la vista, cualquier opción en valida, usa la que te resulte más efectiva.
Fuente:
desarrollo-profesional.universia.es
www.safetyworkla.com
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